miércoles, 28 de marzo de 2012

El revelador lado del supuesto destino


    Me agrada el suicidio, un crimen en el que si uno tiene éxito nadie lo puedo castigar. Todos mis conocidos se han suicidado; mi madre se suicido saltando del techo de la casa y mi padre que se sentía muy solo sin ella, él lo hizo con una pistola en una sesión de tiros del ejército, si mi padre era militar. La mitad de mi vida la pase con mis padres y la otra mitad con mi abuela, que se suicido mucho después de que yo lo hice, pero no nos desviemos. Yo les contaré solo la historia que involucra a mi padre y a mi madre, verán se querían como nadie; mi padre un hombre bajo, que sin un poco de luz parecería un negro cualquiera, era militar –como ya es dije- y un día en una misión que consistía eliminar a unos jóvenes revoltosos en la ciudad de México durante los juegos olímpicos del año de mil novecientos sesenta y ocho, conoció a un niño, hijo de gente adinerada que era amigo de cierto general, esto en principio no es importante, pero si esencial. Después del éxito obtenido en su misión tuvo que esconderse por un tiempo; entrenando a las fuerzas espaciales en algún lugar tropical de ese México que era el protector de su juvenil vida, pasaron los años y él ya no era un joven, era mas bien un adulto, bastante fornido por los entrenamientos pero al fin y al cabo feo, nunca había tenido una mujer entre sus brazos, e incluso se sentía inferior a sus demás compañeros, todos hablando de sus conquistas y él con la mirada en el cielo. Pero esto no le duraría para siempre, y tiene relación con el general que había conocido en los años sesenta, porque tras la muerte de este general se topó con la familia de riquillos que por aquellos tiempos trató; la fortuna de estas personas seguía en pie, eran los años noventa y todos se reconocieron como viejos, pero mi padre no pudo reconocer, ni encontrar a aquel niño, que entendía era el hijo de estas dos afortunadas personas, en su lugar observo a un hermosa joven con cabello largo y un poco rizado hasta su cintura, de piel blanca y ojos claros. Durante el velorio del general, estos se saludaron, conversaron un poco, mi padre se sentía extraño porque aquella chica se sentía bien en su compañía y él en la suya; mi padre que no tiene delicadeza, ni tacto le preguntó cuál era su relación con la familia rica, la chica lo miró a los ojos, le pidió que sin importar nada esto solo era una reunión de viejos conocidos, y que ella lo reconoció en el instante en el que mi padre cruzó la puerta, la pregunta era porqué mi padre no la había reconocido. Mi padre hizo una mueca, la miró fijamente a los ojos, reconoció esos ojos; grandes y hermosos, eran de una vida pasada y qué vida, eran de aquella vez que jugando con un niño a la pelota este se cayó y mi padre corrió para levantarlo, pero no podía ser, ese chico ahora era ella, se sobresaltó un poco, giró la cabeza, y sonrió, no quiso reír por que el velorio estaba ahí, pero ganas no le faltaron. La chica enfrente de él sonrió con él. Lo primero que pensó mi padre fue que tal vez de niña lo vestían de hombre y a sus ojos le pareció un chico, pero mi padre que llevaba mucho tiempo lejos de la vida humana, comiendo en mercados en algún lugar de Oaxaca, no se daba cuenta de que el mundo había cambiado, las primeras vaginoplastias se habían realizado a los inicios de los noventas con grandes éxitos y para el cumpleaños número quince el delicado hijo de la familia rica pidió convertirse en mujer, así que cuando se enteraron de este método este chico fue el primero en levantar su mano para que un bisturí le cambiara la vida. La transformación era increíble, podría haber sido Miss Nuevo León y nadie le criticaría nada. Pero mi padre emocionado por su ignorante hallazgo, al terminar el velorio, le pidió una cita; ella que no había estado con un hombre se mordió los labios y lo aprobó, los padre que criados a la antigua se encontraban ahí cuando mi padre pidió la cita, la consintieron, un poco ingenuos creyendo que nada malo saldría con un militar, con un hombre capaz y que aun con el conocimiento de la situación de su hijo pedía una cita, esto era nefasto, todos daban por sentado todo, qué lío mas atroz. Cómo se suicidó mi madre, aun no se descubre, solo sabemos que mi padre la conquistó y este quedó terriblemente enamorado. Mi padre, el mas ignorante de todos los hombres, se maravillaba de la perfección de aquella mujer fabricada con dinero, y mi madre que anhelaba mas que otra cosa vivir como mujer se dejo fascinar por ese sueño que vivía. No podían tener hijos, pero mi padre no se decepcionó, al final me adoptaron y yo los adopté a ellos, para mi eran padre y madre, me pidieron bebé, así la gente no haría tantas preguntas. La felicidad era todo, para ellos y para mí; en mi primer octavo cumpleaños mi padre, un hombre como ninguno,  se enteró que mi madre había sido sometida a cirugía y que lo que amaba era una farsa, como es de suponer mi padre furioso golpeó a mi madre y se fue de la casa, mi madre toda golpeada y desconsolada no había podido, ni pudo recuperarse de esa caída de total felicidad a total infierno, tomó una solución; se suicido. En ese mismo momento mi padre estaba en alguna cantina ahogando sus penas, la situación era grave se había enamorad de un hombre, había amado a un hombre, todo era el precipicio, pero algo pasó, lo que sentía por ella era real, la amaba, no meditó y falto de delicadeza fue corriendo a la casa para pedirle perdón a sus esposa, nada fue sencillo, y para él menos, me alcanzó a criar unos cuantos años y se mató. Yo muy desconsolado en la casa de mis abuelos, quienes me daban todo lo que quería, no aguanté más, hice mis cosas y me dispuse a vivir lejos, donde fuera pero lejos de ellos. Pero al abrir la puerta de la libertad y salí corriendo y fue mi perdición, tonto de mí, porque emocionado por mi nueva vida un camión me arrolló, no tuve tiempo de nada, quedé ahí tendido, sin respirar, el camión se había impactado con un árbol y la carga quedaba regaba por toda la calle, las cosas son graciosas el camión transportaba implantes de senos y mi vida casi por destino había terminado en tragedia.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario